El jamón ibérico está bueno y además es bueno.
Según el Dr. Antonio Escribano, Endocrino y Catedrático de nutrición deportiva, el jamón debería considerarse con un alimento funcional. Ya que su consumo mejora nuestra salud, reduce el riesgo de contraer ciertas enfermedades y realiza funciones muy concretas que otros alimentos no podrían realizar.
El aporte nutricional más conocido del jamón son sus proteínas. Que se transforman en aminoácidos. En concreto en los 8 aminoácidos esenciales sin los que el cuerpo humano no puede funcionar.
Pero además, el jamón aporta vitaminas (E, B1, B2 y B12) hierro, magnesio, zinc, ácido fólico, sodio y potasio.
En la actualidad se está investigando la relación directa entre los pépticos bioactivos del jamón que se forman a partir de los aminoácidos esenciales que contiene el jamón.
Estos péptidos bioactivos tienen propiedades beneficiosas sobre el sistema cardiovascular, el sistema inmune, sistema nervioso.
Amanda J. Kiliaan, del Centro Médico de la Universidad de Radboud, Países Bajos, afirmó en 2015 “El pescado azul, la remolacha o el jamón ibérico son fuente de todo tipo de sustancias que contribuyen a mejorar las conexiones neuronales” y por tanto podrían ayudar a prevenir el Alzheimer.
Un estudio Seguimiento Universidad de Navarra (SUN), publicado en 2019, concluía que no se podía asociar el consumo de jamón curado a un riesgo significativamente mayor o menor de Hipertensión Arterial HTA en una cohorte prospectiva de graduados universitarios españoles. Puedes ver los detalles del estudio
Ademas, en 2017, el entonces Jefe de la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Dr. Sabán, afirmaba que una dieta con jamón ibérico podría beneficiar a un conjunto muy amplio de la población; diabéticos, fumadores o hipertensos. Según sus análisis y estudios, el consumo de jamón ibérico mejora el endotelio, la capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos, y por tanto, responsable del bienestar de las arterias. La revista redacción médica se hacía eco de sus investigaciones.
Pero no sólo las lonchas de jamón son buenas y están riquísimas.
Resulta que el caldito que puedes hacer con huesos de jamón también es muy saludable y hay una explicación científica que ahora compartimos contigo.
Según el estudio «Peptides with Potential Cardioprotective Effects Derived from Dry-Cured Ham By-products» publicado en 2019 en el ‘Journal of Agricultural and Food Chemistry’, los péptidos que se liberan en el proceso digestivo del caldo del jamón podrían tener propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. Puedes ver el estudio completo en este enlace: https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.jafc.8b05888
Al realizar el caldo con huesos de jamón estamos consiguiendo, a partir de la proteína madre, generar péptidos bioactivos. Estas secuencias cortas de aminoácidos desarrollan funciones antihipertensivas, antioxidantes, antidiabéticas y antitrombóticas, entre otras.
Tras diferentes pruebas in-vitro, la investigación concluye que los huesos de jamón deben tener un impacto positivo en la salud cardiovascular y una posible reducción de la presión arterial alta para los consumidores.
La dieta mediterránea incluye los caldos de jamón en sus menús desde hace siglos. Siempre nos han hablado de lo reconfortante que es un caldito de jamón o de puchero. Ahora podemos concluir que nuestras madres y abuelas tenían razón cuando nos daban un caldito para reponer fuerzas y energías.
Una prueba más de que nuestros jamones ibéricos son muy ricos y además son muy buenos para nuestra salud.